Blanca Álvarez
Rogelio
crece en un pazo gallego, en una casa llena de ausencias (el padre es
un militar siempre ausente; la madre está muerta) y de misteriosos
silencios (la tía Josefina vive recluida en su habitación; el abuelo no
abre jamás la boca). La figura omnipresente de la abuela y su bastón
como símbolo de poder y orden parecen implacables. Todo cambia cuando
Rogelio conoce a Lissete, hija de rojos, y a Andrés, un mendigo que vive
medio muerto en vida.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada